Ayer me decidí.
Después de muchos años de querer, de intentarlo, de buscar bajar de peso, ayer me decidí.
Soy una princesa, una que busca llegar a la perfección, a la delgadez, a la belleza de no tener barriga.
Estoy harta de ser gorda, de ser obesa, de esconderme tras la comida.
No creo que haya culpables, o quizás sí, pero eso ya no importa. Aquí sólo busco desahogar mis miedos.
Fue extraño cómo lo decidí: estaba aburrida de todo. Estoy en casa, sin trabajo (porque tengo casi 30 años y soy una gorda asquerosa que nadie contrataría ni para aser aseo), así que decidí tratar de leer algo. Y buscando algo que leer llegué a un blog de libros en descarga directa. Me puse a buscar alguno, y me tincó "Segunda estrella a la izquierda", un libro de una princesa. Está bien, leeré. Y estaba esta frase:
"Creo que uno puede aprender a disfrutar cualquier cosa, si realmente lo desea. Me entrené para que me gustara sentir hambre. Si mi estómago se contrae, si me despierto con nauseas, si me siento mareada o si me da dolor de cabeza o mejor aún, si me dan todas esas cosas al mismo tiempo, significa que estoy adelgazando. Por lo tanto, es placentero. Me siento fuerte, dueña de mí. En control".
Y fue como una revelación. Comencé a buscar blogs de princesas, y me di cuenta que no estaba sola, que no era la única que buscaba la perfección, que se puede vivir buscando la delgadez, que se puede vivir con agua, cigarros y un poco de lechuga.
Este es mi segundo día. Ayer sólo comí un durazno y un yogurth, y tomé mucha agua y mucho mate, y no sentí hambre. Hoy sólo he comido tres galletitas Cracker, y me siento bien. Tiemblo un poco, tengo mucho sueño, pero eso no importa si logro ser delgada. Tengo una primera meta: 28 de febrero. 20 días de ayuno. Y sé que lo lograré, porque esto es lo que necesito.
Princesas del mundo, gracias por publicar sus vidas, por ser valientes y compartir su sueño conmigo. Yo, a través de este blog, buscaré ayudarlas un poco a ustedes que tanto me han ayudado.
